sábado, 31 de mayo de 2008

Crónica del IV Encuentro OLIVAR-2008

IV ENCUENTRO DE “ALUMNI MERCEDARIOS”
Monasterio de Santa María del Olivar, 26 y 27 de abril de 2008
Unidos por el pasado, avanzamos hacia el futuro.




“Al andar se hace el camino”, dice el verso más universal del poeta. Y nuestro camino, nuestros pasos, nos han llevado a reunirnos de nuevo, a convivir y compartir recuerdos, vivencias e ilusiones, y también proyectos de futuro. En esta ocasión, el Monasterio mercedario de Santa María del Olivar ha mostrado de nuevo su capacidad para convocarnos, hacernos vivir unas jornadas inolvidables y marcar también nuestra voluntad de seguir caminando.

Abril se despidió brindándonos un tiempo espléndido, que nos permitió disfrutar de un fin de semana radiante de sol, tibio y perfumado por la noche, hasta el punto de que algunos de los asistentes a este IV Encuentro de Antiguos Alumnos Mercedarios de la Provincia de Aragón apuraron las tertulias nocturnas hasta muy altas horas de la madrugada. Los recuerdos compartidos, el reencuentro con los compañeros y amigos del Seminario pudieron más que el cansancio de quienes habían conducido largas horas desde León, Gijón, Portugalete, Palencia, Tarragona, Fitero, Barcelona, Zaragoza, Tarragona, Madrid o Valencia para acudir al Monasterio del Olivar. La Comunidad, con los padres Francisco Marín e Ignacio Conesa a la cabeza, y la incansable labor de fray David en la cocina, nos brindaron una organización perfecta y una estancia feliz y acogedora. Por ello, y antes que nada, la Junta Directiva de la Asociación quiere darles las gracias y mostrar su reconocimiento al esfuerzo que realizaron para poner a nuestra disposición todos los medios materiales y todos los espacios de los que dispone el cenobio para que el encuentro se desarrollara sin ningún contratiempo.

Un centenar de amigos cantando la “Salve Regina”

Desde primeras horas de la mañana del sábado 25 de abril, el patio del Monasterio se convirtió en el primer lugar de encuentros, paseos y corrillos protagonizados por el centenar de asistentes a este IV Encuentro. Algunos de ellos acudían por primera vez, fruto de la labor de localización de antiguos alumnos que desde la Asociación se ha llevado a cabo a lo largo del año y que dispone ya de más de 400 direcciones contrastadas y confirmadas; otros repetían su presencia de anteriores encuentros, y desde el primer momento comenzaban los reconocimientos, saludos y abrazos no sólo entre los antiguos compañeros de curso, sino también con un importante contacto intergeneracional, ya que todos estamos unidos por las vivencias comunes en la orden de la Merced y la educación en valores que de ella recibimos en nuestra etapa de formación. Con ello, desde la Junta Directiva de la Asociación queremos mostrar a todos nuestra satisfacción, ya que se alcanzó uno de los objetivos que nos habíamos marcado para este encuentro: el contacto y la convivencia intergeneracional, que es imprescindible para asentar una base sólida de reconocimiento mutuo sobre la que cimentar los proyectos que estamos ya poniendo en marcha.

Al mediodía, en la iglesia del Monasterio y a los pies de la Virgen del Olivar, el Padre Francisco Marín, en nombre de la Comunidad, nos dio la bienvenida e hizo sus mejores votos para que el Encuentro fuera un éxito y nuestra estancia acogedora y feliz. A continuación, el presidente de la Asociación, José María Lomba, saludó a todos los asistentes y expuso el contenido y los actos que iban a tener lugar durante los dos días de convivencia. El acto inicial se cerró con el canto de la “Salve Regina”, que resonó con vigor y fuerza arropado por la magnífica acústica de la iglesia y emocionó los corazones de los asistentes y humedeció los ojos de más de uno.

Proyectos para colaborar con la Obra Mercedaria

Tras la comida en el refectorio monacal y la sobremesa (con partida de cartas incluida en muchos casos) en la Sala Multiusos, tuvo lugar la visita guiada al Monasterio, en la que se nos dio a conocer en unos casos, y se nos recordó en otros, la historia y el arte que se atesoran el cenobio. A continuación, en la Sala Capitular, ya con la presencia del Provincial Padre Florencio Roselló y tras una breve introducción en la que José María Lomba expuso el estado actual de la Asociación, las actuaciones realizadas desde su fundación en mayo del pasado año, se pasó a exponer tres proyectos en los que desde la Junta Directiva, tras las convivencias territoriales celebradas las pasadas fiestas navideñas, ha venido trabando como consecuencia de las opiniones y sugerencias recibidas, todas ellas de acuerdo con los Estatutos, que plantean la posibilidad de apoyar las actuaciones de tipo social que lleva a cabo la Orden.

En primer lugar, Paco Vallés expuso la labor que la Provincia de Aragón está llevando a cabo en Centroamérica y Mozambique por medio del apadrinamiento de los 500 niños de familias que se encuentran en estado de extrema pobreza, y a los que atienden el Padre Javier Arteta en Guatemala, el Padre Ángel Jiménez en El Salvador o los padres Alberto Vera, José Antonio Marzo y José Antonio Marín en Mozambique. El Padre Ángel Tello, uno de los iniciadores de esta actuación, expuso también su experiencia en este campo, y Ramiro Sancho nos contó su experiencia como padrino de una niña centroamericana.

A continuación, Alfonso Artigas dio a conocer las líneas maestras de las actuaciones que los capellanes mercedarios llevan a cabo en las prisiones que tienen encomendadas, y las posibilidades de colaborar en la tarea del apostolado penitenciario y la ayuda social a los presos y excarcelados. Los padres José María Carod y Ángel Tello nos ilustraron en su experiencia como capellanes de las cárceles de Quatre Camins (Barcelona) y Zuera (Zaragoza), y el Padre Primo Abella, compañero de estudios de algunos y formador de muchos de los asistentes, cerró esta segunda presentación con sus acertados comentarios sobre la importancia social de la labor que se puede hacer con la dedicación de una pequeña parte de nuestro tiempo o de nuestros medios.

Finalmente, José María Lomba y Manuel Roche, con la inestimable colaboración del avezado peregrino y compañero Agustín Gimeno, expusieron el proyecto que la Asociación pone en marcha para realizar, del 10 al 14 de septiembre próximos, tres etapas del camino de Santiago en su tramo navarro, desde Roncesvalles hasta Estella. Una actividad que puede realizarse de forma individual o acompañado de familiares y amigos, y que pretende ser una forma distinta y gratificante de convivencia, en contacto con la naturaleza, con el paisaje y con el espíritu peregrino del Camino de Santiago, para los antiguos alumnos mercedarios. En la actualidad está abierta la fase de inscripción (hasta el 30 de Junio), para conocer el número aproximado de personas interesadas en participar en esta actividad, que nace con voluntad de continuación en años sucesivos hasta llegar a Compostela.

“Domus Áurea”: vibra la iglesia con el canto gregoriano

Con la iglesia abarrotada hasta el coro, la tarde se cerró con el concierto que el grupo “Domus Áurea”, surgido de la cátedra de canto gregoriano del Conservatorio Superior de Música de Aragón, ofreció a unos asistentes extasiados ante la belleza y la magnífica recreación que ofrecieron de los himnos y plegarias rituales que los monjes han interpretado durante siglos en los monasterios desde el medioevo. El concierto fue una actividad programada por la Comarca de Andorra – Sierra de Arcos, dentro de un ciclo de actuaciones musicales realizada con el objetivo de poner en valor y dar a conocer sus principales monumentos, entre ellos el Monasterio del Olivar. La interpretación, que recreaba el ciclo diario en la vida de una comunidad monacal, fue cuidada, muy respetuosa e impregnada de verismo, hasta el punto de que los asistentes, sobre todo al principio, nos sentimos cohibidos a la hora de aplaudir al final de cada una de las interpretaciones. Las salmodias y los himnos de maitines, laudes, eucaristía, horas, sabatina, vísperas y completas volvieron a resonar elevándose, como el perfume del incienso, hasta los pies de la Virgen del Olivar por encima del silencio emocionado de los asistentes.

Encuentro con los delegados territoriales

Tras el concierto, la Junta Directiva de la Asociación mantuvo una reunión con los delegados en las distintas zonas geográficas en las que actualmente residimos los antiguos alumnos mercedarios: José Luis Iranzo en Barcelona, Cristóbal García en Tarragona, Miguel Ángel Arellano en Navarra – La Rioja, Francisco Conejo en Castilla – León, Teófilo Sainz en Madrid y Pascual Sanz en el Bajo Aragón. Como sabemos, el delegado en la Comunidad Valenciana, Gonzalo Flordelís, no ha podido asistir a este Encuentro por razones personales y familiares. Durante más de una hora se estuvo debatiendo sobre el estado actual de la asociación y los proyectos que se habían planteado para el futuro, y se marcaron dos objetivos claros para el próximo año: extender el conocimiento y dar información sobre la Asociación a los antiguos alumnos de cada una de las zonas que todavía no la conocen, o que no han dado señales de vida (de los aproximadamente 1.500 alumnos que pasamos por Reus están contactados 450), y promover la relación intergeneracional para aumentar el espíritu colectivo y la identificación con un proyecto que viene de un pasado común y, tras el reencuentro, busca también puntos comunes de contacto y de interés en el futuro. Se acordó mantener una reunión de la Junta Directiva con los delegados territoriales el próximo otoño, y volver a realizar los encuentros navideños por zonas, que fueron calificados por todos como muy positivos.

Al calor de la noche

Tras la cena en el refectorio, la Sala Multiusos se convirtió en el centro de la actividad, donde proliferaron las charlas, las canciones, las partidas de cartas y los corrillos para compartir vivencias, novedades, recuerdos, opiniones y amistad. Unos corros que pervivieron hasta bien entrada la madrugada y que se extendieron por la plaza del Monasterio, que deambularon por el claustro bajo y se aposentaron en la replaceta de la parte posterior, en los que más allá de afinidades por cursos o lugares de procedencia se produjo una verdadera convivencia intergeneracional, nacida de las vivencias comunes en Reus y en el seno de la Orden mercedaria, con lo que se vio cumplido uno de los objetivos marcados para este Encuentro que se había propuesto la Junta Directiva. Hay que agradecer la tarea de Ángel Tomás Ferrando con la ayuda de Antonio Royo, que se preocupó durante los dos días, y sobre todo en esta noche tan especial, de dirigir y atender la barra del bar, servir al centenar de asistentes, reponer en las cámaras el género que se iba agotando y, además, que las cuentas cuadrasen. Para que unos disfruten otros tienen que sacrificarse un poco, y Ángel lo hizo con entusiasmo y siempre con una sonrisa en los labios. Gracias, Ángel.

Naturaleza en estado puro

El Padre Primo Abella (chándal, zapatillas, gorra y bordón de peregrino en la mano) guió la excursión que un nutrido grupo de asistentes realizamos en la mañana del domingo hasta el campo de fósiles marinos que se encuentra en el camino viejo de Oliete, a media docena de kilómetros del monasterio. El paseo se llevó a cabo en una mañana primaveral, bajo un sol radiante y un cielo azul limpio y transparente. Eso sí, una vez que a las 9 de la mañana, habíamos dado cuenta del reparador y nutritivo desayuno conventual que nos había preparado fray David, y que aportó la energía necesaria para acometer la marcha sin contratiempos. Pudimos disfrutar de la naturaleza en estado puro en la que está enclavado el Monasterio del Olivar, donde la labor de las manos del hombre, a lo largo de los siglos, ha dejado su huella en forma de caminos, bancales y parideras, pero sin romper nunca el equilibrio natural. Al llegar a la Cruz de los Hermanos, el padre Primo nos recordó la historia de los dos frailes que allí dieron la vida en el verano de 1936, en los inicios de la Guerra Civil española, engullidos por los tristes acontecimientos de un torbellino revolucionario que diezmó a la comunidad del Olivar y cuyas heridas mal curadas tardaron largas décadas en cerrarse. De allí, a la sorpresa: a unos centenares de metros se encuentra, petrificada, lo que debió ser un banco de moluscos en la era Terciaria, y cuyas valvas y formas han quedado solidificadas en la roca. Toda una metáfora sobre lo efímero de la vida y los cambios que el tiempo produce: los restos fósiles de un mundo marino en medio de los pinos, las aliagas y romeros de un secarral turolense.

Santa Misa, comida de hermandad y… hasta el próximo año

Tras el regreso, el refresco en la Sala Multiusos (Ángel, incansable, seguía atendiendo al personal) y la ducha reparadora, el Padre Provincial, Fr. Florencio Roselló, presidió la celebración de la Santa Misa en la iglesia del Monasterio. En su homilía, además de revivir en nosotros el espíritu mercedario, hizo votos por el futuro de la Asociación y mostró su bendición y su apoyo a un proyecto que surgió en Reus hace cuatro años y que, una vez desaparecido el viejo Seminario, está desarrollando sus raíces sustentadas por el espíritu mercedario y por la educación en valores que recibimos, con firme voluntad de crecimiento y de futuro.

La comida se alargó en una sobremesa dilatada: había pocas ganas de levantarse de la mesa y de poner fin a una convivencia que había sido intensa y entrañable, y que finalizaba sabiendo a poco. Por eso, del final de este IV Encuentro surge ya la cita para el próximo, donde volveremos a encontrarnos, y donde esperamos que acudan antiguos compañeros que aún no conocen la alegría de volver a vernos y compartir nuestras vivencias, tantos años después.

Y nuestro agradecimiento a las señoras

Finalmente, hay que agradecer la actitud, la comprensión y el comportamiento de las señoras (esposas y alguna hija) que asistieron este año, por primera vez, al Encuentro de antiguos alumnos. Se integraron perfectamente en el ambiente que vivimos, participaron de las actividades y mostraron un respeto exquisito tanto a la vida conventual de la comunidad del Olivar como a la convivencia de los asistentes cuyas claves, como es lógico, en muchos casos se les escapaban. Ellas también forman parte de la gran familia que quiere ser Alumni Mercedarios, y desde la Junta Directiva trabajamos para buscar actividades más abiertas e idóneas (como pretende ser el Camino de Santiago) para que puedan disfrutar como nosotros lo hicimos.



Paco Vallés.